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Mostrando entradas de febrero, 2018

La oferta de trabajo

Cuando el comandante entrado en edad inició la conexión directa usando las frecuencias que le habían dado, el tono de llamada sonó durante unos segundos. Finalmente un agudo pitido indicó que se estaba estableciendo la conexión con éxito. -Buenas noches, comandante Vol… -¡¿QUIÉN DEMONIOS ERES?! Tras aquella respuesta un grave sonido, como un rugido metálico, sonó. -¿Eso es un Targoide? -¡¡Sí, es un interceptor Medusa, ¿qué diantres quieres?!! -Si es un mal momento… -¡¡Habla!! El anciano hizo una pausa antes de continuar. -Comandante le llamo en representación del Grupo Unificado de Investigación Avanzada, el GUIA. Somos un grupo hispanohablante de comandantes que busca investigar científicamente los misterios del universo. -¡Anda, fíjate, como los de Canonn! ¿Sabes que soy parte del instituto, verdad? Ordenador, suelta el dron ¡ahora! -Sí, lo sabemos. Queremos invitarle a unirse a… La charla del anciano fue interrumpida por un agudo y amenazador

Acerca de los "Carroñeros" Targoide y el concepto "vida"

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De: Comandante M. Volgrand A: Instituto Canonn, sección debates. Re: ¿Son los drones Targoide criaturas vivientes? La definición de "vida" ha sido debatida largamente a lo largo de la historia de la humanidad, desde los primeros filósofos que dejaron su sabiduría en civilizaciones ancestrales hasta modernas concepciones que incluyen la consideración de efectos cuánticos en la sinapsis neuronal. La concepción del "yo" siempre ha ido ligada a la concepción de la existencia del ser humano en si misma: Yo no puedo considerarme como persona sin reconocer, al mismo tiempo, mi propia existencia e independencia de los sistemas que me rodean. Los seres humanos hemos creado artefactos que, antaño, habrían sido considerados seres vivientes. Estoy hablando de robots y sondas automatizadas: Por ejemplo, los robots recolectores usados a diario por pilotos de toda la galaxia cumplen una función muy explícita: recoger objetos en el vacío y devolverlos a la base. Hoy día entend

La verdad sobre AEGIS (2)

Menuda paliza. La Federación de Pilotos no entregaba el título de "comandante" a cualquier piloto que poseyera una nave. Ese era un título reservado para los mejores, para los que demostraban unas capacidades fuera de la media galáctica. De un piloto se esperaba que siguiera las órdenes y que raramente destacara. Cualquiera era capaz de tomar una nave y transporter mercancías, combatir, pasar contraband e, incluso, dedicarse a la piratería. Un comandante era mucho más que eso: era un agente libre, alguien que tomaba su propia nave y se lanzaba al vacío del espacio sin aliados y sin Puerto de salida o de destino. Un comandante era capaz de las más increíbles proezas, el mero título inspiraba respeto entre civiles y pilotos, y muchos se lo pensarían dos veces antes de enfrentarse a uno, incluso aunque fuera un "Novato". No eran raras las historias de comandantes de poco rango que, pilotando una Cobra o una Viper habían puesto en apuros a Anacondas y sus escoltas