Bienvenido

Yo... he visto cosas que vosotros no creeríais: atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir.
Si estás leyendo estas líneas, enhorabuena, vas a descubrir una pequeña parte de todo lo que he vivido. La cita de arriba es de una película ancestral, restaurada en los archivos del instituto Canonn, y creo que viene perfecta para la ocasión.
Soy el comandante M. Volgrand, nací en el 3270, y aquí voy a recoger mis memorias, porque he visto muchas cosas que creo que deben perdurar más allá de mi muerte, que siendo sinceros, podría ocurrir en cualquier momento. No estoy enfermo, pero digamos que mi actividad toca las narices a mucha gente muy poderosa. Pero es todo un reto matar a un comandante de la Federación de Pilotos, y desde luego yo no pienso ponérselo fácil a nadie. Eso por no mencionar mi habilidad especial para meterme en distintos problemas cada dos por tres, y de ir a investigar cosas alienígenas a la primera de cambio.

A muchos comandantes les mueve el dinero, y el llevar sus naves al límite de la tecnología; a mi no: A mi me motivan las misiones que proveen un cambio a la galaxia, que la hacen un poquito mejor. A mi me motivan los misterios que nadie se ha atrevido a investigar, y me motiva ayudar a los indefensos, y asistir a otros comandantes en misiones que ayuden a mejorar las cosas. Aunque sea solo un poco.

¿Cómo escribiré estas memorias? Según me dé. Tengo mi venita melodramática y escritora que dejaré surgir por aquí. Algunas entradas serán recuerdos que os contaré como tal, otras las haré como recreaciones de lo ocurrido, y quizá incluya fotos y grabaciones de mis aventuras. Vais a ver que he hecho cosas crueles, y quizá me consideréis un criminal. Honestamente, no voy a pedir perdón.

He destruido cientos de naves, y he combatido en docenas de guerras. He destruido sin miramientos a cápsulas de escape, he asaltado puestos de superficie, he asaltado naves de suministros, he comerciado con narcóticos, he metido armamento de contrabando en estaciones y he comerciado con esclavos. También he corrido al rescate de naves perdidas en medio de la galaxia, a miles de años luz de la civilización; me he metido en zonas de combate para sacar a unos pocos refugiados; he volado junto a monstruos alienígenas para salvar a algún inocente de ser abducido; he luchado batallas perdidas para dar tiempo a alguien a huir, y he roto bloqueos a estaciones para llevar comida y medicinas cuando fue necesario.

Lo voy a decir muy en serio: Me da igual lo que pienses. Me da igual si crees que soy una persona cruel, porque a veces hay que serlo. Porque la galaxia es cruel. Pero créeme cuando digo que he hecho de la misma un lugar un poquito mejor, y que he ayudado a comprender la realidad del mundo en el que vivimos.

Así que si quieres seguir leyendo: Bienvenido al cuaderno de bitácora del comandante M. Volgrand.

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