La expedición a Formidine (2)


14 de Marzo de 3304

Mi viaje se ha acelerado bastante gracias a una secuencia de estrellas de neutrones que han disparado mi salto hasta casi 150 años luz. Una gozada. Casi todas han sido descubiertas ya, al ser una ruta muy transitada y unos puntos de paso muy frecuentes, pero eso no evita que me quede sin respiración al ver estos fenómenos del universo.

Ya le tengo algo de práctica al uso de los saltos de neutrones, pero nunca hay que olvidar su peligrosidad. Incluso si se realiza el sato supercargado a la perfección, la nave y sus módulos reciben daño. Acumula demasiados daños sin mantenimiento y tu motor de salto puede fallar en el momento más inadecuado.


Es un placer volver a la paz del espacio profundo, y disfrutar de las maravillas de la galaxia. Hago casi todos los saltos sin pegar más que un vistazo al mapa local, pero de vez en cuando encuentro sistemas estelares en los que sabes que va a haber algo memorable. Gigantes gaseosas con anillos, planetas cercanos a una estrella, y lugares con una orografía que deja sin respiración.

Sin embargo, me llegan noticias desde la galaxia: Los Targoides se han adentrado en la burbuja, y en muchos lugares se han vuelto abiertamente hostiles. Las nuevas naves, los scouts como han sido llamadas, organizan emboscadas y asaltos a naves civiles. La gran diferencia, esta vez, es que tanto las fuerzas de seguridad como los comandantes de la Federación de Pilotos están interviniendo y salvando vidas. Ya no están solo recogiendo las cápsulas de escape de los pocos supervivientes.

No puedo negar que me siento tentado a regresar, tomar mi Star Dwealler o Fat Mama e irme a ayudar. Sin embargo sé que no soy el mejor combatiente ahí fuera y que tengo la posibilidad, aunque remota, de descubrir algo que se nos hubiera escapado. A veces es mejor dejar que los combatientes hagan su trabajo para que los científicos hagamos el nuestro.

Un digno destino turístico... y olvidé apuntar
el nombre del sistema. ¡Maldición!
Aunque todavía no es evidente, empiezo a notar el aumento de distancia entre las estrellas. Aún estoy muy lejos de tener verdaderos problemas para trazar mis rutas, pero sirve como recordatorio de lo que llegará a pasar. Me estoy tomando el viaje con tranquilidad, la exploración es una tarea lenta. He tenido un par de encuentros raros, aunque no inusuales: Ya he encontrado dos veces restos de naves humanas orbitando alguna estrella, probablemente de algún desgraciado explorador que se aproximó demasiado a la estrella al repostar, o que no llevó un buen mantenimiento de su planta de energía. Esos bichos explotan con nada, especialmente los modelos D. Sí, pesan menos, pero aguantan muy poco. Un explorador que se precie paga un porcentaje de su capacidad de salto por seguridad.

Esta foto habla por si misma. Mi cámara dron tiene un
don para tomar instantaneas.
He oído acerca de un concurso de fotografía que está llevando a cabo la Federación de Pilotos, y uno de los premios versa sobre superficies planetarias. Aprovecharé este viaje para presentarme, y de paso acercarme un poco más a la Élite de los exploradores. Llevo demasiados años en el espacio, ya es hora de conseguirlo en alguna profesión, ¡diantres!

Tengo poco más que contar en este reporte. Dejaré unas cuantas imágenes de mi viaje. Comandante M. Volgrand, cambio y corto.




"Puesta de sol en el infierno"


Sector NGC 7822, frente a las nabulosas Heart y Souls.

Un planeta con cañones verdes. Tenía que visitarlo. 
"Campo de batalla de la creación"



"Moonset"

Encontré cargamento en un planeta. Platino, berilio y otras cosas. ¿Quién lo traería hasta casi el límite del brazo galáctico?

"Flying on sunshine". Probablemente la mejor foto que he tomado jamás.

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