Rumbo a lo desconocido
La gargantuesca nave exploradora Gnosis aguardaba en el sistema Outotz ST-I d9-4. No era complejo llegar al sistema, pero tampoco era una tarea para el explorador novato: Haciendo frontera con el sector Cone, prohibido por la Federación de Pilotos, las computadoras de a bordo tendían a no ser capaces de trazar una ruta hasta el mismo.
Aún así, los comandantes llegaban sin cesar.
La Gnosis había viajado sin cesar desde su inauguración hacía más de un año. El Instituto de Investigación Canonn se había encargado de visitar los puntos calientes para los científicos de campo: Las Pléyades, puntos de ataque Targoide, ruinas Guardianas... pero lo que estaba por llegar iba un paso más allá.
La Gnosis iba a saltar a un sistema inalcanzable, rodeado por sistemas que requerían un permiso para usar el generador de salto. Iba, ligeralmente, a un lugar en el que jamás ningún humano había estado... en teoría. Hubo muchos interesados, muchos científicos y exploradores que no podían desaprovechar la oportunidad de visitar una burbuja de sistemas inexplorados. El misterio y la aventura mueven a los exploradores y científicos de Canonn. Decenas, quizá algún centenar de comandantes pidieron plaza en la meganave.
Pero el 30 de Agosto de 3304, fue cuando el efecto llamada se hizo patente.
El día 29 un nuevo tipo de Interceptor Targoide había aparecido. Etiquetado como Hydra, por la Federación de Pilotos, parece tratarse de la última evolución de los interceptores. Literalmente, su diseño y estructura no puede admitir nada más poderoso. A día de hoy, 2 de Septiembre, nadie ha conseguido derrotarlo todavía.
El día 30 la Federación de Pilotos hizo un comunicado. Informó que iban a bloquear un sistema concreto del sector Cone. El mismo sistema al que planeaba saltar la Gnosis el 6 de Septiembre: Cone Sector FN-J B9-0. ¿La razón? La creencia de que ese sistema era donde se acumulaban los interceptores Hydra.
Y por si todo esto no fuera suficiente, llegó el reporte de las estaciones Eagle Eye que monitorizan las fluctuaciones de energía y las comunicaciones Targoide. Y el 1 de Septiembre, el mensaje fue claro: Los Targoides habían establecido la Gnosis como objetivo prioritario.
El efecto llamada fue inmediato y masivo.
No existía prácticamente científico de Canonn que no estuviera a bordo de la nave. Los Fuel Rats, Wing Atlantis, Medicorp, The Hive, Remlok Industries, 75th Ranger Regiment GC, The Gnosis Security Service (y otros muchos grupos de cazarrecompensas), los Hutton Truckers y otros de otros muchos grupos informaron que se unirían a la expedición y ayudarían en todo lo posible.
El comandante M. Volgrand observó la nave que había escogido para la expedición. Necesitaba una nave con capacidad de exploración, pero al mismo tiempo capaz de entablar combate en caso de ser necesario. La Krait MKII fue su elección: Rápida, con gran capacidad de salto si se la optimiza para ello, y una nave de combate muy decente. Para su decepción, Volgrand se obligó a dejar en la burbuja a su fiel Star Dwealler. La Pyrhon había demostrado no ser la mejor elección contra los Targoides.
Una señal de su comunicador holográfico le llamó la atención. Los módulos de su nave habían llegado correctamente: Generador de energía mejorado, distribuidor guardián, refuerzos de módulo y estructura guardianes, láseres de pulsos ingenierizados, dos lanzadores Gauss guardianes y dos cargadores deplasma.
Y una bahía de cazas.
Volgrand cerró el comunicador y echó a caminar, sus pasos resonando con fuerza debido a los agarres magnéticos de sus botas. Había muchas posibilidades de que ese fuera un viaje solo de ida... pero todos sabían bien en qué se habían metido.
Todavía tenía cuatro días para emborracharse y revisar todo lo que sabían de los Targoides antes de que la Gnosis saltara al sector Cone. Si la Federación de Pilotos esperaba deternerlos, tendrían que hacerlo por la fuerza.
Aún así, los comandantes llegaban sin cesar.
La Gnosis había viajado sin cesar desde su inauguración hacía más de un año. El Instituto de Investigación Canonn se había encargado de visitar los puntos calientes para los científicos de campo: Las Pléyades, puntos de ataque Targoide, ruinas Guardianas... pero lo que estaba por llegar iba un paso más allá.
La Gnosis iba a saltar a un sistema inalcanzable, rodeado por sistemas que requerían un permiso para usar el generador de salto. Iba, ligeralmente, a un lugar en el que jamás ningún humano había estado... en teoría. Hubo muchos interesados, muchos científicos y exploradores que no podían desaprovechar la oportunidad de visitar una burbuja de sistemas inexplorados. El misterio y la aventura mueven a los exploradores y científicos de Canonn. Decenas, quizá algún centenar de comandantes pidieron plaza en la meganave.
Pero el 30 de Agosto de 3304, fue cuando el efecto llamada se hizo patente.
El día 29 un nuevo tipo de Interceptor Targoide había aparecido. Etiquetado como Hydra, por la Federación de Pilotos, parece tratarse de la última evolución de los interceptores. Literalmente, su diseño y estructura no puede admitir nada más poderoso. A día de hoy, 2 de Septiembre, nadie ha conseguido derrotarlo todavía.
El día 30 la Federación de Pilotos hizo un comunicado. Informó que iban a bloquear un sistema concreto del sector Cone. El mismo sistema al que planeaba saltar la Gnosis el 6 de Septiembre: Cone Sector FN-J B9-0. ¿La razón? La creencia de que ese sistema era donde se acumulaban los interceptores Hydra.
Y por si todo esto no fuera suficiente, llegó el reporte de las estaciones Eagle Eye que monitorizan las fluctuaciones de energía y las comunicaciones Targoide. Y el 1 de Septiembre, el mensaje fue claro: Los Targoides habían establecido la Gnosis como objetivo prioritario.
El efecto llamada fue inmediato y masivo.
No existía prácticamente científico de Canonn que no estuviera a bordo de la nave. Los Fuel Rats, Wing Atlantis, Medicorp, The Hive, Remlok Industries, 75th Ranger Regiment GC, The Gnosis Security Service (y otros muchos grupos de cazarrecompensas), los Hutton Truckers y otros de otros muchos grupos informaron que se unirían a la expedición y ayudarían en todo lo posible.
El comandante M. Volgrand observó la nave que había escogido para la expedición. Necesitaba una nave con capacidad de exploración, pero al mismo tiempo capaz de entablar combate en caso de ser necesario. La Krait MKII fue su elección: Rápida, con gran capacidad de salto si se la optimiza para ello, y una nave de combate muy decente. Para su decepción, Volgrand se obligó a dejar en la burbuja a su fiel Star Dwealler. La Pyrhon había demostrado no ser la mejor elección contra los Targoides.
Una señal de su comunicador holográfico le llamó la atención. Los módulos de su nave habían llegado correctamente: Generador de energía mejorado, distribuidor guardián, refuerzos de módulo y estructura guardianes, láseres de pulsos ingenierizados, dos lanzadores Gauss guardianes y dos cargadores deplasma.
Y una bahía de cazas.
Volgrand cerró el comunicador y echó a caminar, sus pasos resonando con fuerza debido a los agarres magnéticos de sus botas. Había muchas posibilidades de que ese fuera un viaje solo de ida... pero todos sabían bien en qué se habían metido.
Todavía tenía cuatro días para emborracharse y revisar todo lo que sabían de los Targoides antes de que la Gnosis saltara al sector Cone. Si la Federación de Pilotos esperaba deternerlos, tendrían que hacerlo por la fuerza.
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